Curso
TĂ©cnicas de AlbañilerĂa
MĂłdulo 2
Recomendaciones sobre el esfuerzo
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2.1 Doblado del acero
2.1.1 Ganchos y dobleces
Las barras de acero se doblan por diversas razones, como por ejemplo, para formar los
estribos. Estos dobleces deben tener un diámetro adecuado para evitar dañar el acero
(ver Figura 32). Por tal motivo, las normas de construcción establecen diámetros de
doblez (D) mĂnimos que varĂan si los dobleces son de 90°, 135° o 180° (Figura 32).
Caso A: Diámetro de doblado en refuerzo longitudinal (Figura 33)
2.1 Doblado del acero
2.1.1 Ganchos y dobleces
Las barras de acero se doblan por diversas razones, como por ejemplo, para formar los
estribos. Estos dobleces deben tener un diámetro adecuado para evitar dañar el acero
(ver Figura 32). Por tal motivo, las normas de construcción establecen diámetros de
doblez (D) mĂnimos que varĂan si los dobleces son de 90°, 135° o 180° (Figura 32).
Caso A: Diámetro de doblado en refuerzo longitudinal (Figura 33)
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Los diámetros de doblado se encuentran en la tercera columna de la Tabla N°. 01.
Para reproducir estos diámetros de doblez en la obra, simplemente se debe separar el
tubo de doblado de la trampa una cierta medida que se indica en la cuarta y quinta
columna de la misma tabla (ver Figura 34). Una vez establecida la separaciĂłn
correspondiente, se procede a doblar la barra (ver Figura 35).
Caso B: Diámetro de doblado en estribos
Al doblar estribos (ver Figura 36), hay dos casos: el doblez a 90° y el doblez a 135°. Los
diámetros mĂnimos de doblado y las distancias entre el tubo y la trampa (L) para cada
Los diámetros de doblado se encuentran en la tercera columna de la Tabla N°. 01.
Para reproducir estos diámetros de doblez en la obra, simplemente se debe separar el
tubo de doblado de la trampa una cierta medida que se indica en la cuarta y quinta
columna de la misma tabla (ver Figura 34). Una vez establecida la separaciĂłn
correspondiente, se procede a doblar la barra (ver Figura 35).
Caso B: Diámetro de doblado en estribos
Al doblar estribos (ver Figura 36), hay dos casos: el doblez a 90° y el doblez a 135°. Los
diámetros mĂnimos de doblado y las distancias entre el tubo y la trampa (L) para cada
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ángulo se encuentran en la Tabla N°. 02. Para doblar estribos, el diámetro mĂnimo de
doblado es cuatro veces el diámetro de la barra (db).
Tabla N° 02: Diámetros de doblado en estribos
Recomendaciones importantes:
-El acero de construcción no debe enderezarse después de haberse doblado. Si se
comete un error, se debe descartar la parte doblada.
-El tubo y la trampa deben tener el tamaño correcto para no ajustar demasiado el acero
y permitir que Ă©ste se mueva libremente al doblarlo.
-Consulta la tarjeta “Instrucciones para el doblado del acero corrugado” para obtener más
detalles.
ángulo se encuentran en la Tabla N°. 02. Para doblar estribos, el diámetro mĂnimo de
doblado es cuatro veces el diámetro de la barra (db).
Tabla N° 02: Diámetros de doblado en estribos
Recomendaciones importantes:
-El acero de construcción no debe enderezarse después de haberse doblado. Si se
comete un error, se debe descartar la parte doblada.
-El tubo y la trampa deben tener el tamaño correcto para no ajustar demasiado el acero
y permitir que Ă©ste se mueva libremente al doblarlo.
-Consulta la tarjeta “Instrucciones para el doblado del acero corrugado” para obtener más
detalles.
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2.2 Columnas
Para viviendas de dos pisos con una cantidad adecuada de muros portantes de ladrillo,
normalmente se utilizan columnas de amarre (ver Figura 37) con barras de 3/8” o 1/2” y
estribos de acero corrugado de 6 mm. La cantidad de estos debe ser calculada y
especificada en los planos.
Los estribos de estas columnas deben estar separados por un máximo de 25 cm. En
áreas cercanas a las intersecciones con vigas, techos o cimentaciones, este
espaciamiento debe ser de 10 cm como máximo (ver Figura 38).
2.2 Columnas
Para viviendas de dos pisos con una cantidad adecuada de muros portantes de ladrillo,
normalmente se utilizan columnas de amarre (ver Figura 37) con barras de 3/8” o 1/2” y
estribos de acero corrugado de 6 mm. La cantidad de estos debe ser calculada y
especificada en los planos.
Los estribos de estas columnas deben estar separados por un máximo de 25 cm. En
áreas cercanas a las intersecciones con vigas, techos o cimentaciones, este
espaciamiento debe ser de 10 cm como máximo (ver Figura 38).
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Ahora, veamos cuatro aspectos importantes relacionados con la columna:
Ahora, veamos cuatro aspectos importantes relacionados con la columna:
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2.2.1 ConexiĂłn entre columna de amarre y muro portante
Dado que las cargas que actĂşan en una vivienda tĂpica son significativas, es esencial
que el muro de ladrillo y la columna de amarre estén fuertemente unidos para soportar
conjuntamente los efectos de estas fuerzas.
Esta uniĂłn sĂłlida y robusta se logra mediante el endentado del muro (ver Figura 41). Si
no ha sido posible realizar el endentado del muro, deberás reforzarlo de la manera
indicada en la Figura 42.
2.2.1 ConexiĂłn entre columna de amarre y muro portante
Dado que las cargas que actĂşan en una vivienda tĂpica son significativas, es esencial
que el muro de ladrillo y la columna de amarre estén fuertemente unidos para soportar
conjuntamente los efectos de estas fuerzas.
Esta uniĂłn sĂłlida y robusta se logra mediante el endentado del muro (ver Figura 41). Si
no ha sido posible realizar el endentado del muro, deberás reforzarlo de la manera
indicada en la Figura 42.
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2.2.2 ConexiĂłn entre columna de amarre y viga transversal
Para conseguir una conexión más efectiva entre la columna y la viga, puedes seguir los
siguientes pasos:
Una vez que los muros hayan alcanzado su altura (H), debes verter el concreto en las
columnas hasta el punto indicado en la Figura 43. Esta es la primera etapa.
2.2.2 ConexiĂłn entre columna de amarre y viga transversal
Para conseguir una conexión más efectiva entre la columna y la viga, puedes seguir los
siguientes pasos:
Una vez que los muros hayan alcanzado su altura (H), debes verter el concreto en las
columnas hasta el punto indicado en la Figura 43. Esta es la primera etapa.
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La segunda etapa consiste en completar el vertido del concreto en la columna, tal como
se muestra en las Figuras 43 y 44. Este proceso debe realizarse simultáneamente con
el vertido de concreto en las vigas soleras y el techo.
La segunda etapa consiste en completar el vertido del concreto en la columna, tal como
se muestra en las Figuras 43 y 44. Este proceso debe realizarse simultáneamente con
el vertido de concreto en las vigas soleras y el techo.
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2.2.3 Separación máxima entre columnas de amarre
De acuerdo con el Reglamento Nacional de Edificaciones, la separación máxima entre
las columnas (ver Figura 45) debe ser el doble de la altura del muro de ladrillo (H). Si la
separaciĂłn es mayor, podrĂa haber riesgo de grietas en la parte central del muro.
Además, se recomienda que la altura de piso a techo (altura H) no exceda los 3 metros.
2.2.4 ReducciĂłn de la secciĂłn de las columnas
a. Cuando hay empalme:
Si necesitas hacer un empalme del refuerzo de una columna en áreas donde hay una
reducciĂłn en las dimensiones de su secciĂłn (ver cortes Y-Y, X-X en la Figura 46), debes
seguir estos pasos:
Resta T - t.
Si el resultado es menor o igual a 7.5 cm, entonces:
2.2.3 Separación máxima entre columnas de amarre
De acuerdo con el Reglamento Nacional de Edificaciones, la separación máxima entre
las columnas (ver Figura 45) debe ser el doble de la altura del muro de ladrillo (H). Si la
separaciĂłn es mayor, podrĂa haber riesgo de grietas en la parte central del muro.
Además, se recomienda que la altura de piso a techo (altura H) no exceda los 3 metros.
2.2.4 ReducciĂłn de la secciĂłn de las columnas
a. Cuando hay empalme:
Si necesitas hacer un empalme del refuerzo de una columna en áreas donde hay una
reducciĂłn en las dimensiones de su secciĂłn (ver cortes Y-Y, X-X en la Figura 46), debes
seguir estos pasos:
Resta T - t.
Si el resultado es menor o igual a 7.5 cm, entonces:
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Deberás doblar el refuerzo de la columna del piso inferior, como se muestra en la Figura
46. Esto permitirá proporcionar las mechas correspondientes para el empalme que se
realizará en el piso superior.
La parte doblada debe tener una inclinaciĂłn igual o menor a la indicada en la Figura 47.
Deberás doblar el refuerzo de la columna del piso inferior, como se muestra en la Figura
46. Esto permitirá proporcionar las mechas correspondientes para el empalme que se
realizará en el piso superior.
La parte doblada debe tener una inclinaciĂłn igual o menor a la indicada en la Figura 47.
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b. Cuando no hay empalme:
Puede darse el caso de que el refuerzo continĂşe hasta los pisos superiores (ver Figura
48), es decir, que no necesite hacerse un empalme. En este caso, debes seguir la misma
recomendaciĂłn que se explicĂł en el caso de existir un empalme.
b. Cuando no hay empalme:
Puede darse el caso de que el refuerzo continĂşe hasta los pisos superiores (ver Figura
48), es decir, que no necesite hacerse un empalme. En este caso, debes seguir la misma
recomendaciĂłn que se explicĂł en el caso de existir un empalme.
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2.3 VIGAS
En la edificaciĂłn de viviendas, las vigas soleras son de uso comĂşn. Estas son las
estructuras sobre las que se apoyan las viguetas del techo. Se sitĂşan sobre los muros de
carga y entre las columnas. Su propĂłsito esencial es la transferencia de las cargas del
techo a los muros, asegurando una distribución homogénea (Consultar Figura 50 y 51).
Además, brindan confinamiento y apuntalamiento a los muros portantes de ladrillo.
Cuando el muro de carga es de cabeza, generalmente el ancho de la viga solera o collar
es igual al grosor del muro. Sin embargo, cuando es de soga, es preferible que tenga una
anchura de 25 cm para prevenir la formaciĂłn de "cangrejeras" durante el vaciado del
concreto (Consultar Figura 53). En cuanto a su altura, esta se asemeja a la de la losa
aligerada (Consultar Figura 52), pero no debe ser inferior a 17 cm. El refuerzo mĂnimo
recomendado es de 4 barras de 3/8”.
2.3 VIGAS
En la edificaciĂłn de viviendas, las vigas soleras son de uso comĂşn. Estas son las
estructuras sobre las que se apoyan las viguetas del techo. Se sitĂşan sobre los muros de
carga y entre las columnas. Su propĂłsito esencial es la transferencia de las cargas del
techo a los muros, asegurando una distribución homogénea (Consultar Figura 50 y 51).
Además, brindan confinamiento y apuntalamiento a los muros portantes de ladrillo.
Cuando el muro de carga es de cabeza, generalmente el ancho de la viga solera o collar
es igual al grosor del muro. Sin embargo, cuando es de soga, es preferible que tenga una
anchura de 25 cm para prevenir la formaciĂłn de "cangrejeras" durante el vaciado del
concreto (Consultar Figura 53). En cuanto a su altura, esta se asemeja a la de la losa
aligerada (Consultar Figura 52), pero no debe ser inferior a 17 cm. El refuerzo mĂnimo
recomendado es de 4 barras de 3/8”.
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Los estribos deben ser espaciados de acuerdo a lo indicado en los planos pertinentes,
recordando que la separación máxima en el centro es de 25 cm y en los extremos debe
ser de 10 cm (Consultar Figura 54).
Los estribos deben ser espaciados de acuerdo a lo indicado en los planos pertinentes,
recordando que la separación máxima en el centro es de 25 cm y en los extremos debe
ser de 10 cm (Consultar Figura 54).
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2.4 LOSAS ALIGERADAS
Las losas aligeradas, a menudo conocidas como techos, son componentes estructurales
significativos que deben ser diseñados y construidos con esmero. Estas están
compuestas por viguetas, ladrillos, losa y refuerzo (Consultar Figura 55).
La Figura 56 presenta los detalles para el anclaje del refuerzo de las viguetas de la losa
aligerada. En el primer detalle, la losa se apoya en un muro de cabeza, mientras que en
el segundo, se apoya en un muro de soga. En este Ăşltimo caso, es necesario doblar
también la barra de refuerzo inferior.
2.4.1 TUBERĂŤAS QUE ATRAVIESAN LA LOSA ALIGERADA
2.4 LOSAS ALIGERADAS
Las losas aligeradas, a menudo conocidas como techos, son componentes estructurales
significativos que deben ser diseñados y construidos con esmero. Estas están
compuestas por viguetas, ladrillos, losa y refuerzo (Consultar Figura 55).
La Figura 56 presenta los detalles para el anclaje del refuerzo de las viguetas de la losa
aligerada. En el primer detalle, la losa se apoya en un muro de cabeza, mientras que en
el segundo, se apoya en un muro de soga. En este Ăşltimo caso, es necesario doblar
también la barra de refuerzo inferior.
2.4.1 TUBERĂŤAS QUE ATRAVIESAN LA LOSA ALIGERADA
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Es importante evitar que las tuberĂas de las instalaciones sanitarias atraviesen las
viguetas del techo, las vigas chatas o las vigas peraltadas (Consultar Figura 57), ya que
esto puede debilitarlas. Si por algĂşn motivo es necesario instalar tuberĂas en la posiciĂłn
mostrada en la Figura 57, entonces deberán colocarse adosadas al techo, ya sea por la
parte inferior o superior (Consultar Figura 58). Si esta solución no es viable, se deberán
cambiar las posiciones de las tuberĂas y colocarlas dentro del ladrillo de techo, tal como
indica la Figura 59.
2.4.2 REFUERZO PARA LOSAS ALIGERADAS DE VIVIENDAS
Es importante evitar que las tuberĂas de las instalaciones sanitarias atraviesen las
viguetas del techo, las vigas chatas o las vigas peraltadas (Consultar Figura 57), ya que
esto puede debilitarlas. Si por algĂşn motivo es necesario instalar tuberĂas en la posiciĂłn
mostrada en la Figura 57, entonces deberán colocarse adosadas al techo, ya sea por la
parte inferior o superior (Consultar Figura 58). Si esta solución no es viable, se deberán
cambiar las posiciones de las tuberĂas y colocarlas dentro del ladrillo de techo, tal como
indica la Figura 59.
2.4.2 REFUERZO PARA LOSAS ALIGERADAS DE VIVIENDAS
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a. Aligerado h = 17 cm - Un tramo - Dos tramos
b. Aligerado h = 20 cm - Un tramo - Dos tramos
a. Aligerado h = 17 cm - Un tramo - Dos tramos
b. Aligerado h = 20 cm - Un tramo - Dos tramos
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REFUERZO EN ALIGERADOS DE DOS TRAMOS
h = 17 cm
REFUERZO EN ALIGERADOS DE DOS TRAMOS
h = 17 cm
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